Había una vez una señora en un sitio remoto, habia tenido un matrimonio de esos que muchos conocemos, difíciles-- seguramente con un marido déspota, hasta traicionero e infiel. En aquellos tiempos se estilaba ponerle a los hijos nombres que significaran lo que la madre vivía en ese instante, y esta señora como tuvo a su hijo con gran dolor, le puso Jabes.
Jabes significa, dolor, parido con dolor, angustia y llanto. Ahora imaginate a este pobre nino desde su infancia viviendo con un nombre tan despectivo…donde iba Jabes, habian burlas, risas y grandes humillaciones de parte de sus compañeritos. Crecio con una gran pena, entre las sombras, escondiendose para no ser visto, para que no se burlaran de el, y paso asi su niñez, su adolecencia hasta que llego a los 21 años.